martes, 26 de febrero de 2008

en chile !!!



Hace mucho tiempo no veíamos un concierto donde la gente tuviera tanto protagonismo. Lo pasado el 22 de febrero en el Teatro Caupolicán, fue sólo la punta del iceberg de todo un movimiento que hace mucho tiempo se viene dando con fuerza, y que aquel día, demostró todo su poderío en un concierto que difícilmente podrá ser olvidado tanto por las miles de personas que vitorearon y cantaron cada una de las canciones de Sonata Arctica, así como por la propia banda finlandesa. La agrupación liderada por Tony Kakko en las voces, visitó por segunda vez nuestro país transformando las tierras chilenas en el espectáculo más grandioso de la actual gira de “Unia”, quinta y última producción lanzada este año por el grupo.
Desde muy temprano, cientos de fanáticos comenzaron a llegar al tantas veces visitado Teatro Caupolicán, recinto que esta vez vio como rápidamente se fueron llenando cada uno de sus espacios para albergar a tantos metaleros como no se veía hace tiempo. Faltaban horas para el comienzo del show, y toda la planta baja del teatro yacía abarrotada, por lo que la producción del evento (que siempre estuvo a la altura de las circunstancias) tuvo que abrir la gradería superior para así cumplir con la demanda de los miles de jóvenes fanáticos de Sonata Arctica.

Mientras de fondo se escuchaban los discos de Liquid Tension Experiment, la fanaticada impaciente comenzó a vitorear el nombre del plato principal de la noche. Intranquilos todos, comenzaron a improvisar cánticos en búsqueda de alguna respuesta desde el escenario, hecho que sólo se concretó puntualmente a las 19:58 horas, tan sólo 2 minutos antes de lo previsto. Con puntualidad, Alejandro Silva -acompañado de su “power trío”- ingresó al escenario muy tranquilo, demasiado quizás, sacando apaciblemente sus instrumentos y preparándose para la diversión. Para cuando estaban listos, desde la lobreguez surgían estruendosos gritos animando al virtuoso guitarrista. De esta manera, y tras saludar al público, comenzó con lo mejor de su repertorio poniendo énfasis en los temas de su última producción titulada “Orden & Caos”, lanzada con mucho éxito el año pasado.
Si bien en un comienzo -y cada cierto rato- el bajo sonó bastante saturado, en general el sonido estuvo bastante bien, haciendo lucir las guitarras de Alejandro y Cristóbal, así como la siempre fantástica performance de Gonzalo Muga en la batería. Todas las canciones fueron recibidas con grandes ovaciones, pero no fue hasta ‘80’ que el público se volvió loco coreando las guitarras de Alejandro.

Las cosas siguieron de lujo, pero cuando sonó el clásico ‘El Lagarto’, el público volvió a enardecerse y disfrutar a concho. Extrañamente (por esas cosas que pasan sólo con el bipolar público chileno), tras éste gran “hitazo”, parte del público groseramente comenzó a pedir a Sonata Arctica, haciendo que Silva molesto recurriera al micrófono para pedir un poco de respeto de la gente. La madurez del guitarrista se contraponía a las pendejadas de algunos que siguen creyendo que por gritar un rato van a hacer que los grandes músicos dejen el escenario. Tras el reto, el público nuevamente se deleitó con las siempre muy buenas presentaciones de Alejandro, quien también tuvo palabras en pro de la compra de la música original chilena. Para finalizar, una de los temas más completos del guitarrista, ‘Neopangea’ fue el cierre perfecto para un muy buen show que supieron agradecer los chilenos, pese a la tontera de algunos. Quizás faltaron temas como ‘Er Rock’ o la tan conocida interpretación del ‘Himno de Chile’, pero bueno, esos son pelos de la cola.

Entre aplausos y ovaciones, Alejandro Silva Power Cuarteto dejó el escenario para dar paso a la configuración de la escenografía apropiada para el arribo del número principal. Cuando estaba todo listo, y exactamente a las 21:34 horas, los miembros de Sonata Arctica ingresaron al escenario para comenzar con una de las presentaciones más importantes de sus vidas. El teatro se vino abajo cuando sonó ‘In Black & White’ y ‘Paid In Full’, las primeras canciones del último disco “Unia”, editado el año pasado. Los temas eran cantados con tanta fuerza, que no existía un solo espacio en el teatro donde no se escucharan las letras de la agrupación oriunda de Kemi. Era un espectáculo avasallador. La calidez de los fanáticos hacía de éste no tan sólo el recital con más convocatoria, sino el más emocionante y grandioso de la gira… y eso que era sólo el comienzo.

En un principio la voz de Kakko se escuchó algo baja, cosa que mejoró con el correr de las canciones. Hay que reconocer que Tony está cantando mucho mejor que hace algunos años, incluso ya no tiene que bajarle tonos a varias de las canciones con las que tenía problemas. El vocalista cada día mejora y se hace más profesional, además de agudizar su gran carisma. El resto de los integrantes también estuvieron a la altura, aprovechando el gran sonido e iluminación de la noche se movieron por el escenario y animaron en cada instante al público.

Siguiendo con el concierto, la clásica ‘Victoria’s Secrets’ y la más mid-tempo ‘Broken’, dieron vida al recuerdo del fantástico disco del año 2003 titulado “Winterheart’s Guild”. El público nueva
mente entró en euforia con la rapidísima ‘San Sebastian’, que dejó tan cansados a músicos como a los asistentes. ‘Shamandalie’ fue el descanso perfecto y la instancia precisa para prender celulares y emocionar una vez más a la banda, que impresionada entraba en estados cada vez más emotivos. Tony Kakko debe haber recordado muchas veces el concierto del 2002 antes de pisar nuevamente Chile, pero jamás se debe haber imaginado la grandiosa presentación que se les venía encima. Lo ocurrido el 22 de febrero fue simplemente espectacular.



Caleb’ y el clásico de clásicos ‘8th Commandment’ (interpretado algunas revoluciones menos en la parte de los solos), fueron uno de los tantos puntos altos de la noche, la última haciendo llenar de nostalgia a los seguidores más antiguos de la banda. Igual de rápida se presentó ‘Black Sheep’, canción que además terminó con un preciso solo de guitarra del nuevo guitarrista Elias Viljanen, sobre la base de ‘Child In Time’ de Deep Purple. Gran tributo de los finlandeses que con su nuevo guitarrista poco hicieron echar de menos a Jani Liimatainen, el ex guitarrista que dejó Sonata Arctica de manera bastante polémica.


Otro de los puntos altos de la noche fue la en extremo potente ‘Wolf & Reaven’, que mezclada con ‘Full Moon’ causó simplemente el delirio de todo el teatro. Hace tiempo que no se veía un público tan emocionado y participativo, no por nada Tony Kakko (tras el “encore”) aprovechó de jugar un poco con los asistentes y emular una batería humana, en uno de los actos más originales que haya visto el Caupolicán. Si bien no es primera vez que lo hace, si resultó ser un hecho bastante anecdótico y digno de aplauso. Literalmente tocando ‘We Will Rock You’ de Queen con la gente, Tony dejó en claro que es un genio de la música y el líder absoluto de Sonata Arctica… ¡que carisma!

Para continuar, los finlandeses siguieron con ‘It Won’t Fade’ y la hermosa ‘Gravenimage’, dando paso a un pequeño solo de batería de Tommy Portimo. Un pequeño descanso, palabras graciosas en español de Viljanen, peticiones de cerveza por parte del tecladista Henrik Klingenberg y el público entero cantando ‘Don’t Say A Word’, fue la secuencia perfecta para seguir animando a los seguidores de una agrupación que por muy fría que se presente con su nombre, demuestra ser bastante cálida en sus presentaciones en vivo.

Para finalizar, la más que acelerada ‘The Cage’ y la alegría de ‘Vodkaa (Hava Nagila)’ fueron el cierre perfecto para una noche de lujo… ¡pero en extremo corta! Fueron un poco más de 80 minutos en que Sonata Arctica entregó un show de excelencia, pero en el que faltaron muchísimas canciones. Los más fanáticos se quedaron con las ganas de escuchar grandes clásicos como: ‘Blank File’, ‘Weballergy’, ‘My Land’, Last Drop Falls’, ‘UnOpened’, ‘Replica’ y tantos otros que no se incluyeron en el setlist. Es de esperar que Sonata Arctica vuelva pronto, porque de seguro muchos de sus seguidores se quedaron con las ganas de seguir escuchando más hits de una de las bandas más populares en Chile. Este concierto va fijo a ser uno de los mejores del año. Tony, Marko, Elias, Henrik y Tommy siempre tendrán las puertas abiertas a este país que eternamente los recibirá con un calor tan fuerte que será capaz de derretir todos los hielos acostumbrados en las portadas de la agrupación finesa.


Mas abajo videos del concierto sonata arctica en chile!!!

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